Videojuegos violentos
Cuando
estudiaba en la primaria mis padres me compraron mi primera consola de
videojuegos: el “supernintendo”. En ese tiempo los videojuegos eran algo nuevo,
no existían muchos cassettes y los
pocos que se encontraban en las tiendas eran muy sencillos. Jugar videojuegos
era ver un conjunto de cuadritos de colores que con la ayuda de una gran
imaginación adoptaban forma de personas, animales, armas, y una infinidad de
objetos que no tenía idea de qué se suponía que eran. Cuando no estaba en la
escuela, estaba en casa de un amigo, o jugando en la calle o haciendo quién
sabe qué, pero cuando estaba en mi casa, en algún momento del día me sentaba a
jugar nintendo, y lo disfrutaba tanto
que tenían que venir a apagármelo para desconectarme de ese mundo de cuadritos
que para mis ojos eran paisajes misteriosos, o cuevas con monstruos donde yo
era siempre el héroe.
Hoy en día, así como la
tecnología ha avanzado tan rápido y con la revolución del Internet, las
consolas y los videojuegos han avanzado al mismo ritmo. Ahora ya no hace falta
tener un control en la mano, basta con pararte frente al televisor y moverte
para controlar a los personajes dentro del mundo virtual. Jugar un videojuego
se ha convertido en una experiencia similar a la de ver una película, con la
diferencia de que uno es el protagonista de esa historia. Con los gráficos tan
realistas que llegaron con la tecnología, se pueden ver las mismas caras que se
ven en el cine, las expresiones de estos actores famosos, las sombras, la
sangre. Escuchar, las voces, disparos, la respiración, los sonidos envolventes
como si se estuviese dentro del mismo juego.
Así como el modo de juego cambió,
la temática de los juegos fue cambiando. Es cierto que la violencia dentro de
los videojuegos siempre existió. En los primeros temas podías jugar como una
ardillita naranja, o un fontanero italiano con sombrero rojo pero siempre se
trataba de “matar” monstruos, tortugas, dragones, frutas que caminan, o lo que
fuera que se te pusiera enfrente. Con las nuevas tendencias de los videojuegos
los “monstruos” a los que se enfrenta uno ahora son “personas”. Incluso ahora
se puede tomar el papel del villano y aterrorizar a los “buenos” y tengo que
aceptar que llega a ser muy divertido, pero también muy violento. Y este tipo
de temática parece ser la que más llama la atención hoy en día. Este interés en
los niños y adolescentes parece preocupar a los padres y es algo que las
autoridades se toman muy en serio. En la mayoría de los casos se clasifican
estos juegos no aptos para menores de 18 años. Sin embargo, ha habido casos en
los que prohíben la venta del videojuego debido a su naturaleza violenta. Pero
yo siempre he dicho que un juego es sólo un juego.
El mayor ataque contra los juegos
violentos siempre viene a raíz de una tragedia, como lo fue la masacre ocurrida
en una escuela de Virginia, Estados Unidos. Uno escucha como los medios de comunicación
enseguida apuntan con el dedo a los videojuegos como la causa de estas
tragedias, a veces incluso antes de que se hayan dado detalles reales de la
masacre. Esto no nos dice nada de los propios videojuegos y sí mucho de la
paranoia que existe entre los medios de comunicación.
Veamos un ejemplo con la masacre
de Virginia en Estados Unidos en el 2007, antes de que el número de muertos fuera
revelado al público, antes de que se realizaran entrevistas a los conocidos del
autor de este tiroteo y antes de revisar la habitación del atacante, las historias
sobre Seung- Hui Cho, conocido como el “Virginia Tech Shooter”, y su obsesión
por los juegos violentos ya eran tema de conversación en las noticias. Lo que
siguió fue una revisión exhaustiva de su habitación en la cual no se encontró ni
un solo juego de video. Al entrevistar al compañero de Cho, dijo nunca haberlo
visto jugar videojuegos. Parece que estos detalles no son importantes para los
noticieros a la hora de culpar a los videojuegos en televisión internacional.
Otro caso interesante fue el de
la escuela Sandy Hook en el 2012. Cuando Adam Lanza de 20 años asesinó a su
madre, y luego se dirigió a la escuela primaria donde comenzó a matar niños.
Este se convirtió en uno de los tiroteos más trágicos de Estados Unidos. Y como
la mayoría de los chavos de 20 años, jugaba Call of Duty, (ha vendido más de
100 millones de copias), no pasó mucho tiempo antes de que los medios desviaran
del tema del control en la venta de armas para enfocarse en los peligrosos
efectos de los videojuegos violentos.
Sea verdad o no que los
videojuegos pueden causar violencia en la sociedad, no se ha visto prueba
contundente de que sea así. Lo que sí es verdad es que los medios de
comunicación tienen más tiempo al aire para rellenar con suposiciones
imaginarias que hechos concretos con que completar ese espacio.
Desde 1984 se ha hecho una gran
cantidad de estudios tratando de relacionar los videojuegos con la agresión.
Muchos de estos estudios varían un poco pero en general dicen que sí generan
(al menos un poco) de agresión, pero agresión no significa violencia y menos
una masacre. Investigadores comentan: “Los datos indican que los juegos de
video no son la amenaza que muchos de sus críticos aseguran que son, y no
necesariamente traen consecuencias negativas.” Lo que estos estudios
determinaron es que sí hay un incremento en la agresión, pero sólo en un lapso
de 15 a
30 minutos y no permanentemente. Pero practicar deporte también incrementa la
agresión y no solo se motiva a los niños a hacer deporte, sino que en las
escuelas es obligatorio.
Jugar videojuegos es sólo un
pasatiempo. Se puede leer en el periódico: “Adicto a los videojuegos asesinó a
3 personas” pero nunca vemos un título que diga: “Practicante de yoga mato a
sus hijos”. Puede que en los temas actuales sobresalgan o se destaquen los
juegos de disparos, que tengas que "matar personas” para ganar y que estos
juegos sean violentos. Pero uno está siempre consiente de que es un videojuego.
Una persona puede "matar" a mil soldados en un juego de guerra pero esto no
quiere decir que saliendo de su casa vaya a matar a quien vea en la calle imitando al
videojuego. Es fácil para los políticos, responsables de la proliferación de las armas de fuego,
evadir preguntas de la prensa diciendo: “las armas no matan gente, la gente
mata gente”, pero a la hora de hablar de videojuegos parece que eso no aplica. Japón
es el país con el porcentaje más alto de jugadores de videojuegos per cápita y
sin embargo tiene una de las tasas más bajas de homicidios en el mundo.
Ahora que estoy en la
universidad, tengo más responsabilidades y menos tiempo libre. Tengo nuevos
pasatiempos y practico nuevos deportes pero algo que no he perdido es el gusto
por los videojuegos y de repente me siento a jugar un poco frente al televisor
y aunque no muevo más que mis manos me divierto tanto como cuando meto un gol en
la cancha de futbol o cuando surfeo una ola de las que vienen con esos escasos
vientos fríos. Juego videojuegos violentos de vez en cuando desde hace más de
10 años. Nunca he matado a nadie. Los críticos con la violencia de los
videojuegos simplemente intentan darle sentido, de una forma rápida y sencilla,
a conductas que carecen de ésta.
Andreas Kaufmann es estudiante de
4º semestre de Ing. Empresarial