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domingo, 26 de enero de 2014

Del miedo y sus aliados (ensayo), por Nelson Torres





EL MIEDO

¿Qué es el miedo, sino el más viejo de nuestros instintos y el más fuerte de nuestros sentimientos? Analizando el miedo desde un punto de vista científico, le debemos demasiado. El amor, la pena, la ira y la alegría son emociones importantes en nuestra vida cotidiana, mas, sin embargo, el miedo es el responsable de la mayoría de las decisiones que tomamos día a día. Creemos ser nosotros quienes controlamos el miedo, nada más equivocado, pues nos daremos cuenta que el miedo nos controla a nosotros.
Físicamente suele sentirse como un sudor frío, el corazón se acelera, se aprieta el estómago y se dispara la respiración. Es algo que todos hemos experimentado.
Ante una amenaza, en segundos el cuerpo se prepara, mientras varios químicos en el interior, como adrenalina y cortisol se dispersan por el torrente sanguíneo bombeando sangre a los músculos y al corazón.
La amígdala cerebral es nuestra parte instintiva que está diseñada para dar dos respuestas básicas ante el miedo: enfrentar la amenaza o huir de ella, mientras que el hipocampo es la parte lógica que calcula si podremos enfrentar la amenaza, pero lamentablemente el hipocampo no siempre cumple su trabajo, es entonces cuando la persona queda paralizada, lo que la gente llama comúnmente: una parálisis de miedo.
El miedo es uno de los elementos de adaptación más efectivos, pues nos dice lo que es peligroso y casi todas las especies tienen la capacidad de aprender a evitar las cosas o situaciones que atenten contra su vida, por lo que podemos concluir que el miedo es una programación.
La programación de un miedo es muy fácil, pues registramos el miedo apenas algo nos sucede. En cuanto esto ocurre el cerebro guarda toda la información posible sobre ese acontecimiento, a través de nuestros cinco sentidos, por lo que un sonido, una imagen, una sensación o incluso un aroma puede detonar una respuesta de miedo. Sin embargo, cuando un miedo se vuelve algo obsesivo e ilógico, puede convertirse en una fobia. Las fobias son miedos exagerados donde la amígdala entrega al cerebro una respuesta ilógica, por lo que este no puede procesarla.
Históricamente el miedo ha jugado un papel clave en la historia de la humanidad, ha desatado guerras e incluso ha unido enemigos. No hace falta remontarnos a personajes históricos, basta con ver la historia de nuestras propias familias para darnos cuenta de que el miedo nos hace realizar acciones erróneas, o incluso mentir. La mentira, creo, es una de las consecuencias del miedo y querámoslo o no, seamos sinceros, todos somos un montón de mentirosos y quien diga que no miente precisamente es un embustero.
Tú, que estas leyendo este texto, tal ves no lo aceptes, tal vez me equivoque pero tú y yo somos tan mentirosos que muchas veces nos hemos mentido incluso a nosotros mismos ¿porqué? ¿No se supone que mínimo con nosotros deberíamos de ser sinceros? ¿Cuántas veces hemos escuchado que la verdad nos hará libres? ¿Tú lo crees? O acaso ¿somos tan hipócritas que hemos sobrevalorado a la verdad? ¿Acaso a veces no es mejor mentir a alguien en vez de lastimarlo? ¿Acaso alguna vez te contaron la verdad y no deseaste que te hubieran mentido? ¿Lo ves? Tenías miedo de saber, pero preferiste saber la verdad, fuiste valiente y te felicito ¿pero acaso no sufriste por ello?
La mentira muchas veces es producto del miedo, nuestra sociedad está cimentada en base a miedos y mentiras, tan solo mira a tu alrededor, mira en la calle y te toparas con ojos vacíos, son los que resignaron su fe en el amor. Obsérvalos, ¿qué miras? ¿Ves a esa chica estudiosa? Sabes lo inteligente que es pero mira su alma a través de sus ojos y observarás esa fina fragilidad. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué es tan estudiosa? Desgraciadamente muchas de esas personas no son estudiosas por que quieran aprender más, ellas te dirán que sí, no todas, pero conocemos tantos casos en los cuales esa mujer tiene miedo de decepcionar a sus padres, más que decepcionarse a sí misma, está tan preocupada por complacerlos que incluso son pocos los amigos que tiene, esas mujeres que conocimos que tampoco nunca se casaron por cuidar a sus padres, o el ejemplo de las personas superficiales, suelen estar en un círculo selecto, pero viven de las apariencias, de mentiras de un miedo por ser rechazados o simplemente de sentirse inferiores.
Por lo general este tipo de personas sufre de allodoxafobia que es el miedo a las opiniones.
El miedo es lo mas contagioso que existe, en la sociedad a nivel mundial, solemos catalogarnos por grupos, en este caso razas lo que dio origen al racismo, que no es más que ignorancia mezclada con miedo, “si no existieran colores, el ser humano sería racista por los olores” (Domingo Antonio Edjang Moreno. Érase que se era, canción).
Entonces el miedo entre razas crea otro problema: Violencia.
Para probar que una raza es superior, que ejemplo mas “claro” es golpeando a alguien de otra raza, o de otro país, que en este caso sería una xenofobia, que es el miedo o rechazo a los extranjeros.
A excepción de los masoquistas todos somos agliofóbicos, tenemos miedo a experimentar dolor, como por ejemplo a las agujas, lo que se convierte en aicmofobia que es el miedo a las agujas.
La mayoría de la gente, de niños experimentó la acluofobia, que es el miedo a la oscuridad, miedo que incluso prevalece en algunos adultos y  podrás decir que no temes a la oscuridad, que puedes andar en tu casa a oscuras, en tu escuela. Pero solo y en un lugar desconocido estoy seguro que ha de cambiar la situación, pero el hombre tuvo miedo a la oscuridad y el ser humano desarrollo la luz y la electricidad.
Entonces si el miedo es contagioso, como lo saben muchos gobiernos y políticos pueden usarlo a su favor, como aquí en México. Durante las elecciones del 2006 la elección estaba muy reñida entre Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador, por lo que Calderón torció algunas de las propuestas de Obrador en sus anuncios.
Andrés Manuel López Obrador hablaba de que se dejarán de enriquecer los ricos y ayudaríamos a los pobres. Entonces la gente de Felipe Calderón sacó a la luz un comercial en el cual le hacía creer a la clase media y alta, que sí ganaba López obrador, les quitarían parte de sus bienes que tanto les habían costado o les descontarían sus sueldos, entonces la gente al tener miedo, no analizó verdaderamente los hechos y se rumora que Obrador estuvo apunto de ganar la Presidencia, de no ser por algunas trampas del candidato panista.
Calderón al ganar las elecciones por muy poco margen, empieza a temer que lo remuevan del puesto y lanza “un gran proyecto a nivel nacional” el cuál consistía en terminar con el crimen organizado.
Factores como el miedo, la pobreza y la falta de valores repercuten en el gobierno que empieza a desmantelar el crimen organizado, pero sin trabajo, sin estudios, con hambre y falta de valores, varios de los jóvenes del país empiezan su carrera como narcotraficantes a muy corta edad. Tanto que en algunos lugares del país, la gente ya teme salir de sus casas.
Así que como vemos el miedo puede sacar a la luz nuestros peores rasgos. Bien lo expresó Montaigne en su ensayo Del Miedo: “En, efecto, he visto muchas gentes a quienes el miedo ha llevado a la insensatez, y hasta en los más seguros de cabeza, mientras tal pasión domina, engendra terribles alucinaciones.” (Michel de Montaigne, Ensayos de Montaigne, Libro 1, Capítulo XVII). Pero también los más brillantes, así pues el miedo también ha representado grandes avances para la humanidad; el miedo no es tan malo.
La mayoría de nosotros le tememos tanto al fracaso, y nos esforzamos tanto por huir de él, somos una contradicción. Por una parte pensamos ¡Hazlo! y otra parte de nosotros nos dice ¡No! Sabemos cual es el camino pero en vez de seguirlo, nos salimos, para luego quejarnos por habernos perdido, inventamos excusas que convertimos en motivos, confundimos lo que debimos hacer, con lo que realmente hicimos y vivimos. Vivimos deseando algo que no tenemos y lo perseguimos. No hay uno solo de nosotros que diga que ha conseguido todo lo que un día quiso. Porque no se puede, pero aunque no se pueda insistimos, y ese buscar lo imposible es nuestra bendición y nuestro castigo, somos dueños de un montón de sueños. La decepción es el precio cuando se intenta agarrar el cielo, para ver que se te escurre entre los dedos y somos eso. Seres imperfectos que sueñan con ser perfectos y se recriminan a sí mismos sus defectos, seres que aplauden las grandes gestas en vez de los pequeños gestos.
El miedo puede destruirnos o servirnos para hacer grandes cosas, ¿cómo podríamos correr más rápido de lo normal, soportar más golpes y golpear más fuerte que nunca sin el impulso más grande del alma?: El miedo a la muerte.

Nelson Torres es estudiante de 2º semestre de Ing. Empresarial.